Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

viernes, 31 de mayo de 2019

Cita


Cita

He seguido tu voz como un cometa
persigue un norte a que adherirse,
pensando que eras mi gran galaxia.
Un camino de luz emitiendo señales
a una fe nueva que abría a mis ojos.
Por eso este cuerpo ajado de estrellas,
derrotado de sinónimos, se te abre
concertando una cita, aún no nacida
a mi piel herida, a fuentes colgantes,
que no saben de florituras aguadas,
que fantasea con tus huellas dactilares
escribiendo poemas en mi contorno.

Pienso en cada calle sonriente,
predicadora de posibles destinos,
por la cual holgazanea mi pereza
asimilando el melómano tránsito
por el que trepa el tumulto, siempre
ataviado de geométrica felicidad.
Quizá no encajo en sus abyectos
carteles, iluminados de eclipses
asfaltados en sus oscuras sombras.
Y se me hace difícil adentrarme,
conseguir la cita por derechos,
necesito de tus manos, la rúbrica.

Sabrás, estudioso de las leyes
corregir tus errores esmaltados
en la periferia de mi afable piel.
Beso, a beso, esparciendo versos,
esgrimiendo, respirados a mis células.
Gemidos de una lírica palpitante,
flor del deseo que a mí me regalas,
tatuada, y exhalada en mi boca,
como una ofrenda a lo perdurable
queriendo ser eterno solo conmigo,
y por eso me cubres con tu nombre,
ayudándome a subir a tu nebulosa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"