Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 20 de abril de 2019

Otoño II




Otoño II

Inquieta vida me distrae,
igual al caer de las hojas
en las avenidas de las tardes.
Se suceden a todas horas,
yaciendo en sus aposentos.

Detrás de los cristales grises
llueve el sueño de dormirse,
y no habrá un responso al luto,
hasta que se despierten ocres
los ojos de la nueva estación.

Campos, cerros, discuten
sus profundos anhelos
bajo las brasas de la tarde.
Agitados pájaros miran
las coordenadas del cielo.

Todo está rugoso, turbado,
con marcas bajo sus ojos.
Son como sombras ojerosas,
huellas del cansando tiempo.
Siempre de frente expectante.




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