Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 17 de noviembre de 2018

Llanto



Llanto

 Llora el momento, llora el viento,
llora el llanto sus tristes lágrimas.
Lloran hasta las lágrimas las sales
del espeso mar del desconsuelo.
Que no hay lloro sin un torrencial  
contenido en su clamor sensible.

Me hablas tú del futuro perfecto,
y me responde está gran necesidad,
apremia romper todos los diques,
pues es tierra lánguida el camino   
que nos sumerge en esta penuria,
nos ruge anunciando tempestades.

Si, llora residido el sentimiento  
llora a ratos todas sus heridas,
esperando que no sean cicatrices
sangrando la memoria del recuerdo.
Y me tiene abrazada ese caudal
de gemidos obstinados en lamentarse.

Me habitas presente inmaculado
con tu modo, tu estar, a acaricias.
Eres ave de expandidas alas suaves,
a acometidas me vuelas los sentidos
y el alma del silencio me llora
una falacia, barriendo realidades.    



4 comentarios:

  1. que maravilla tus palabras la música y el otoño afuera

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    1. Hola Recomenzar...
      Gracias por tus generosas palabras, un placer encontrarte entre mis letras...

      Besos

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  2. Hoy sí digo algo, me hago un tiempito, no sólo leo, comento.
    Me dejaste con una imagen de quien lo llora todo, llorarlo entero, llorar a mares y llorar los rios que derivan en esos mares. Hasta que solo haya sequía dentro.
    Es que ese caudal de gemidos es inevitablemente obstinado, claro, pero dicho de la manera que lo decís uno comprende definitivamente que es así, pero no cualquiera lo escribe con la certeza de la flecha justo en el centro del blanco.
    ¿Quién puede llorar más falacias que el alma del silencio?
    Pero también podemos barrer las realidades, dejando algo de polvo del recuerdo. Y no es poco.
    En fin, te saludo desde mi noche.
    Y dejo un beso.

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    1. Hola Navegante…

      Cada uno de mis poemas tiene algo de mí, aunque escriba sobre historias ajenas, puesto que algunos, pueden ser producto de una novela que he leído, algo que me cuenta algún amigo, los problemas actuales, la vida en si…. este en concreto, como te he dicho hace poco soy una llorona que si empieza no acaba, jajajajaja, terrible, en casa puedo llegar a preocupar, así que este poema ha sido una forma de exorcizar el llanto, cuando no quiere ser lágrima, y se te conmociona dentro, cuando no eres solución de aquello que tú no tienes la fórmula del remedio, aunque te haga morir algo de ti, y nunca vuelva a ser lo mismo…

      Gracias

      Besos

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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"