Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

martes, 7 de agosto de 2018

Tu hambre



Tu hambre

Amarrada a la curva de tu hambre
sin alas que me hagan volar,
descifrar el arco sin acueducto
para ir plena de ternura a saciarte.
Me quedo en esta ilícita caricia,
que tiembla en todo su tiempo
por sucumbir a la llama de tu carne.

Me tienes atrapada en tu despertar,
en el que me sueñas en tus brazos
hechiza por la magnitud de tu hambre.
Hombre que sabe de mi estela,
de los ojos de mi oscuro crepúsculo.
No hay verdad que no me llame,
y a satisfacerte no esté dispuesta.    

Eres ese cantar que siempre oigo  
palpitar intermitente en mis sienes.
Ese ruiseñor incansable que me vuela
toda, con su voraz hambre de éxodo
en sus alforjas, huido eres, arcángel,
de tu divino espacio celestial…,
solo por un beso, solo un beso.  

Por igual soy tu hambre, y tu sed,
necesidad ciega que te abriga,
olvidada de época, de inquieto reloj,
desequilibrado en cada instante
al ser huésped en mi húmeda vega,  
te quedas a beber, sorbo a sorbo
el rezo que esperas te sude mi piel.

Antoñi ( 7 – Agosto – 2018 )


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