Tenemos un fin de semana largo, esta vez, en mi caso
repleto de actividades de las que disfruto enormemente, son pequeñas cosas, y
grandes a la vez. Siempre he acariciado como un soplo de viento en una calurosa
noche de verano, esos momentos y esos detalles que parecen insignificantes, y
sin embargo te enriquecen tanto, y lo hacen porque vienen refrendados por
grades almas, seres humanos, que sin saberlo te dan la fortuna de esculpir en
tu vida esa sabiduría que no viene en los libros, ni te la da el estudio de
ninguna ciencia…,
Mi amiga eterna Pepi, que conservo desde mi niñez,
me dijo una vez “Los amigos son como diamantes, escasos pero existen”, y es
cierto, la palabra amistad es tan universal como grande, pues en ese matiz que
nos da el sentir el amor, este sentimiento tan promulgado, a veces utilizado, e
incluso maltratado, presumimos de tener una enormidad de amigos, y yo delimito
el concepto más allá de su definición, pues muchos de ellos, son como mucho,
conocidos que tratamos con asiduidad, otros cercanos conocidos, algunos
conviven diariamente con nosotros, y sin embargo no nos aportan nada, y muchas
veces si algo aportan es desconfianza y soledad. El amigo es aquel, que cuentas
con él, llueva, lo que llueva, e incluso en lo incomprensible, que da la
diferencia como barrera a cada cual, como individuos que somos, para eso está
la tolerancia y el respeto por el otro, en su necesidad de expresar y
desarrollar el que se es, y el que te ama, así lo acepta, aunque a veces haya
desencuentros… cultiva ese diamante que tienes de amistad y no le hagas sentir
solo o traicionado, nunca, es un tesoro que va acompañarte siempre en esta vida,
y tienes mucha suerte de haberlo encontrado…
Feliz fin de semana a todos…. Gracias…. Besos miles…
Argüidor
Déjame,
alimento del habla,
tengo
balas bajo la lengua,
quieren
disparar un alfabeto
minado
de incongruencias,
adherido
a precipitaciones
desorientando
el volar gaviota.
Curioso
este volar desnudo,
sube,
y sube derrocado altura
a
la sabiduría de la madurez.
Viento
de hojas, ¿Cuál secreto,
os
une en está árida ventolera?,
Escuálidas
figuras son inquilinas,
pasajeras
en eminente desahucio.
La
vida, el empeño de ser, sin ser,
derroca
imperios ególatras.
Me
lo decía la vergüenza ajena,
_El
error es hidalgo pertrechado_
Sin
permitirme bajar la cabeza.
Tozudas
paredes infranqueables,
de
mudez consonante, abastecidas,
me
enseñan sublevadas vocales,
censuradas
voces para un gremio.
En
movimiento, quizá, bajo tierra,
recorrido
estrecho de apto vértice,
cada
vez que la herida abre hueco
al
recuerdo estrecho de miras,
al
señuelo puesto a la honradez.
Me jacto de tener pocos amigos, es una tontería amontonar amistades, no se para simular que cosa. Los verdaderos son pocos y como decís, diamantes.
ResponderEliminarAdhiero al bello pensamiento que esbozas al decir que el empeño de ser, aún sin ser derroca imperios (agregaría yo ególatras o no).
Siempre un gusto grande pasar a visitarte querida amiga.
Beso grandote.
Hola Navegante…
EliminarLos amigos, como en todo, lo de menos es la cantidad, lo importante es la autenticidad, de los que son de verdad, aunque solo tengas uno…
Quizá tengas razón en ególatras, quizá la palabra sería implacables, o mejor déspotas, autócratas…
El placer es una deferencia que tú me concedes al permitirme, encontrarte entre mis letras… Gracias
Besos