Hoy quisiera diseccionar una conducta, una actitud,
muy frecuente que solemos sostener frente a un comportamiento del cual no somos
responsables, y que de alguna manera, por la cercanía de aquel que lo ejecuta,
no solo nos afecta a nivel emotivo, también lo sufrimos como una falta propia
cometida, cuando solo podemos ser responsables de nuestros actos, no de los del
otro, por mucha vergüenza ajena que nos haga sentir la bajeza de la que son capaces
de caer los que nos acompañan en la vida. Agachar la cabeza, por los errores ajenos,
es un error, por mucho que está sociedad llena de prejuicio quiera meter a todo
un grupo vinculado por nexos familiares o de cualquier otro tipo de relación, en el mismo saco…, casi todos tenemos en el
recuerdo algún hecho donde toda una familia ha sido señalada con un dedo,
considerada indeseada por décadas, por el proceder de un miembro en particular.
En localidades pequeñas en otros tiempos, han tenido incluso que abandonar su
lugar origen e emigrar. Es tan nefasto y cruel, que yo me pregunto… ¿Dónde está
la conciencia social, la conciencia personal de cada cual, que contribuye a que
se den injusticias como la citada?, ¿Cómo podemos ser abogados de Dios o del
diablo, en el mundo, con lo imperfectos que somos los seres humanos?, Hay que
dejar vivir, hay que ser consecuentes, también, con aquello que pensamos, por
si acaso a la hora de expresarlo, se convierte en un canal que sirve armas a la
humanidad para ejecutar una justicia del todo errónea, injusta e inhumana…
Gracias a todos… Feliz Semana
Besos
Conversando
Blanco sobre negro fija el glacial,
fría su marea de rostro adormecido,
el norte de días grises, abre tarde.
Resplandor de luz despierta contigo,
te digo, _ Gaviota de lluvia escucharé,
tú me darás el
mapa de su ruta_,
Ojala no despierte el airado desierto
de voluntades en tormenta de arena.
El otoño
amanecería de frente,
borrando cicatrices con el alma
de las hojas frutales, caídas al sueño,
que por eterno, ni tú, ni yo, libramos
los acentos
en flor de la existencia.
Azorado vientre del tiempo,
sintaxis horadada, hambrienta
de la belleza del árbol desnudo,
hasta el derribo de la serena torre,
albergue de la joven esperanza.
El torpe rodamiento del intervalo
levanta siempre ceniza a la belleza.
Providencia pura se sienta dulce
a la mesa, a inventar por sorpresa
la mirada del cielo amanecido,
seguro de sus leales rosas purpuras
floreciendo a ras del suelo, acatando
la voz de los silencios de la tierra.
Por una vez converso el sonido,
la palabra cautivada con sed
de instantes de arcilla, fugitivos.
Beben el agua que le das siempre,
adoptiva en los escenarios irónicos,
alumbrados de gozo en las cumbres,
alertas en su guardia del universo.
Solo bailan los cisnes crepusculares
el riesgo acechado a la felicidad
construida muy cerca ti, con miedo
al peligro acusado de providencia,
en los
cimientos de la imagen,
estable en las órbitas de tus ojos.
Pues entonces, que haya amaneceres de frente y borren cicatrices con el alma (como ves tus metáforas dan para darles significado propio o ajeno).
ResponderEliminarEl que planteas es un tema moral enorme, tal vez para reforar esa conducta nefasta que denuncias haría falta que la humanidad nazca nuevamente. No se como podría modificarse desde ahora, al menos sentimos parecido, hay sintonía.
Sos muy prolífica Antoñi, envidio eso de vos, la capacidad de elaborar cosas tan profundas y desarrollarlas en poemas que no son comunes te caracteriza y hace que algunos (no se cuantos) te admiremos por eso.
Besos.
Hola Navegante…
EliminarLa poesía es arcilla en manos del poeta, la moldea a placer, según siente sus átomos en sus dedos, y luego el lector la visualiza desde distintos frentes, según percibe la luz en el momento de la lectura, y hay veces que aquel que lee, encuentra formas en ese modelaje que el propio autor no pretendido crear, es la magia de la lírica…
Intentar erradicar los problemas sociales de estas características, es montar el caballo de la utopía de por vida, sin embargo, aunque consideremos que es una quimera poder conseguirlo, denunciar es el inicio de ese camino, persistir es seguir ahí, es avanzar…, toda causa conseguida, ha sido una utopía de un grupo de soñadores que creían en ella… Ésta por ejemplo que denuncio ahora, ya no se manifiesta como antes, se empieza a ser consecuente, más flexible y compresivo, incluso con aquel que es el responsable de la conducta rechazada, se ha evolucionado, no lo suficiente, pero se ha hecho…
Gracias
Besos