Hay algo que se muere por dentro, cuando el que amas te
hace daño, te traiciona, es igual, que cuando entierras de la vida a tus seres
queridos, algo de ti se va para siempre, hay un antes y después, todo cambia en
ti, es como empezar de nuevo, donde de alguna forma, algo te falta para
siempre. Perdonar, no es necesario, que te lo pidan, es algo que hay que hacer,
por necesidad personal, tu higiene emocional depende ello, pues hay sentimientos,
que jamás debes permitir que aniden en ti, como es el odio, tan promiscuo si le
dejas el camino abierto a germinar en tu corazón, y es lo que hará, si el
perdón no es tu máxima en casos así, pues el dolor, conduce a la rabia y al
rencor. Otra cosa, bien distinta, es olvido, sería buena cosa poder olvidar,
aunque tiene su lado negativo, aquel que es capaz de hacerte daño, por
experiencia sé que no lo hará una vez, lo hará siempre que entorpezcas sus
intereses, o considere que en su razón está el hacértelo. Por eso siempre al elegirte,
tienes que protegerte, de eso, y tantas cosas, que a veces, la normalidad social
pre-juiciosa, se cree con el derecho de saber donde están tus limites, incluso
lo equivocado que estás, y si hay algo en esta vida, que no se debe cuestionar
nunca, es tu derecho a decidir, siempre y cuando no se ponga en peligro la vida
de nadie, ni te entrometas en su privacidad, incluso tus errores, son tuyos, todos
los cometemos, y como siempre digo, al cometerlos, nunca se deben cometer
inducidos por nadie, como la arrugas en la piel que te tatúa viraje por la vida,
son gajes que hay que afrontar por estar vivo y nacer individuo imperfecto…
Gracias a todos… Por fin viernes…, a disfrutar el
fin de semana toca… Besos
Búscame
Búscame, cuando no me encuentres
en la necesidad que se va asustada
lacerada bajo la sombra sin cuerpo.
No tienes nombre que te guarde
la distancia del muro de indiferencia
en esta celosía
de sal en las manos,
tan insolutas de voluntad, que hieren.
Aproxímame al
risco que adivinas,
a esta salutación del resplandor
presentido. El
invierno se me abre
al olvido cobijado bajo la escarcha.
Búscame, ¿Quieres?,
En el rostro
en lo alto del jardín donde duerme
el deseo, exacerbado en su esencia.
Soy historia
incompleta en proceso,
llamada a ser elíseo moviendo el talle
del tiempo cohabitado de luciérnagas
de viento marino, de suave pasión
dentro del manantial de claridades.
Búscame rosa, ayer en la piel blanca
amanecida, realidad de negros ojos.
Que seas historia incompleta pero en proceso es algo que me parece muy positivo. Lo malo sería ya no estar elaborando lo que falta.
ResponderEliminarY eso que se muere por dentro es como los árboles en otoño, quedan latentes para luego resurgir en su follaje de esplendor.
¡Pero que no me das tiempo a comentar uno que ya publicas otro! ¿Como haces? Cuanta capacidad literaria, envidio eso, yo, que me estanco cada tanto y no me vuelven las musas tan seguido como quisiera.
Mas besos.
Hola Navegante…
EliminarSomos historia incompleta, creo que agotamos nuestro estar en el mundo siéndolo, como lo de crecer, y no hablo de centímetros en vertical. De lo contrario seriamos algo estático, como un jarrón o cualquier otro objeto inanimado, todo dotado de vida, está sujeto al cambio, al crecimiento, incluso cuando nuestras células empiezan a hacer la cuenta atrás, lo que somos realmente, si no se pierde en esos caminos de la impía demencia, crece en sabiduría, y grosa a cada momento las páginas de su existencia…
Creo que si, con la traición de los que amamos se nos muere algo por dentro, y es para siempre, la confianza en ellos, por ejemplo, y si me apuras, lo acepto como algo mutable, que de alguna forma, nos cambia, nos hace ver la vida y las cosas, desde otra perspectiva, marcando un antes y un después…
No te preocupes por estar según público, tú tienes que ser fiel a tus tiempos, marcar tus límites según tus necesidades, y así lo tenemos que entender y aceptar los demás…
¿Qué como hago?, la pregunta sería más bien…, como no hago?, Es para mí, una necesidad, y hay momentos que me ahogaría si no existieran las letras, mi alidadas para esparcir en el viento, todo lo que se va acumulando en mi interior, ellas son, las letras, mi barca, en ese mar, a veces turbulento, otras soñador, enamorado, brujo, que tiene estacionadas sus mareas, sus costas, en todos mis vértices…, aunque tengo que reconocer, que como en todos los climas, sufro sequias…
Gracias
Besos