La felicidad, estado de grata satisfacción espiritual y física,
una quimera en sí, de alcanzarla, se suscribe a momentos fugaces, instantes que
son sin duda los recuerdos más hermosos de nuestra vida…,
“La vio pasar, envuelta en un halo de música celestial, desprendiendo
aromas acariciando la piel, era de mil
colores emitiendo luz, un estatus de bienestar escapado del universo, para ella…,
_ La felicidad _, Se dijo…,
Alzó sus manos para atraparla, y como un espejismo que solo hubiera existido
en su imaginación, desapareció. Fue en ese instante cuando la decisión tomo
forma de alas en su voluntad…,
Mariposa errante, de mochila al hombro, no desertes de tu jardín buscando
esa quimera crisol de colores por todos los universos inexplorados por
descubrir, olvidando que en vivir, te hallas, y es ahí donde está lo más
cercano a la utópica felicidad que vas a encontrar… “
Un pequeño relato que se me ha dibujado en este instante en honor al
concepto felicidad, y que lleva implícita una iniciativa, “hacer pensar”…
Y como contrapunto, dejo el enlace de un texto que escribí sobre mi
madre, hace unos años, y que habla justo de eso, “la Felicidad”
Feliz día, Feliz semana a todos…, y sobre todo, “Gracias, por ser, y
por estar”
Deseo
caliente
La
puerta se le abre al deseo caliente,
es
la quemadura de hielo, solo viento,
y
vuelve intrínseca a la vida, la carne
entumecida,
penetrante, incendiada.
Nadie
quiere abrazar la piel desasida,
la
lujuria, quizá, en mi estanque de aves.
Te
quedaste dormido, inventando
inviernos
sin hojas, tu sed de agua,
cándidos
tus sueños en su pedestal.
Tú,
compañero de cavilosas soledades,
de
nadie el nombre, que me nombras
rumor
profundo, al andar desairado.
Ausente,
extiendo la mano para tocarte,
voluntad
agónica, destructor encuentro
en
el espesor del bosque gélido del aire.
No
te encuentro, huída bahía melancólica,
me
conmueve, desaire del antojo sordo
a
tantos momentos crédulos al verte.
¿Qué
fue de aquello anhelante intuido?,
Creció
en una luna de fe deshabitada.
Adolescente
gravitar marino del ayer,
la
ceniza cubre el designio de los astros,
prófugo
de voluntad, ungido de perfumes,
misterio
cautivo, lo abraza la diosa tierra.
Antoñi, ¿como no estar de acuerdo en que la felicidad se basa en aquellos momentos recordados, fugaces o no?. Como no somos eternos nada eterno podemos conservar.
ResponderEliminarLo anhelante intuído está allí volando junto a esa mariposa que dibujas con tus versos. Ya se posará en la mano, y si no ocurre es porque otra mariposa llegará, eso es vivir.
Al deseo caliente ninguna puerta se le cierra, porque si así ocurriera, igual la atravesaría.
PD: Amiga, si me distancié unos días fue por necesidad, una mudanza es algo tremendo, te absorbe todo el tiempo. Venir a leerte es parte del placer, hemos construido una amistad bloguera y me hace bien.
Te saludo con mucho cariño... y un beso.
Hola Navegante...
EliminarDepartir pensamientos, es lo más enriquecedor que existe, y si aparecen coyunturas diferentes a debatir, más enriquecedoras son, y para mí algo imprescindible en mi vida es una bonita tertulia bajo el aroma de un café, y el velo de un cigarrillo, ambas cosas, ya prohibidas, por los avatares que te impone la salud, no por ello supone un impedimento, pues son ocasiones de acercamiento al alma humana autentica, incluso a ti mismo…, por eso estar de acuerdo con alguien, está bien, pero si no lo estás, puede resultar en la tolerancia, mucho más enriquecedor…
Mi P.D. en tu blog… se refería justo a eso que me dices, solo somos personas, y nos movemos de acuerdo a nuestras necesidades, y aquel que te aprecia, te valora, tiene que saber esperar y comprender, en tu espacios ausentes, que no por ello son vacíos….
Gracias por tu valoración en mis letras, está humilde aprendiz de poeta se siente muy halagada… Besos