Corolario

Reflexionar, meditar es un acto muy importante, podemos ver matices en las cosas y en los hechos que el vivir deprisa no lo permite. Además que habría sido de ese primate si en su cerebro no se desarrollara el pensamiento divergente, seguramente sería otra especie animal, que quizá no habría desarrollado ni la capacidad de andar bípedo. Sin duda su dotación de raciocinio ha sido el eje fundamental de su evolución física y adaptación al medio, la superación en sí misma es algo más que supervivencia, es inteligencia en funcionamiento, lo que creo que somos, cada uno con unas cualidades determinadas, y con una fuerza específica.     

Sin embargo hay conclusiones, opiniones encausadas, se supone, después de un análisis reflexivo, que me dejan serías dudas de la capacidad que tenemos los humanos en aseverar de forma correcta, y justa lo que es otro semejante, según se comporta, según es su conducta. He observado demasiadas veces, que sufrimos un serio problema con la memoria a largo plazo, y no hablo con referencia a nuestra vida, más bien la del otro, es suficiente que alguien cometa un error, y este sea lo suficiente molesto, o contradiga demasiado la apreciación que tenemos de las cosas, para que el juicio que nos hagamos de esa persona de ahora en adelante, sea la consecuencia de ese error, ya no sirve, lo bueno que ha aportado antes, aquí solo conviene la memoria inmediata, cuando por ser, tendíamos que ser, el producto de toda nuestra vida… Tan vital como el agua, no es agua, sin oxigeno e hidrógeno, no es agua, si no es H₂O, somos el conjunto de todos nuestros errores y aciertos, no de uno en concreto, por mucho que ese incomode, por mucho que la conveniencia de un sector, quiera esculpir nuestra imagen con una instantánea determinada, es solo eso, un momento, y somos algo más que un momento, que un hecho concreto, aunque ese se empecine en marcar nuestra vida…  

https://www.youtube.com/watch?v=bnGOZvXLaIw

 Gracias a todos… Feliz miércoles

Corolario

Todavía es renuente el estambre,

la flor se abre ante la vida sincera,

huérfana de voluntades irrealizables.

Cada vez que miro su perfume secreto

alimentar el aire, gravitan las estrellas

balbucientes limosnas a los amantes.

Me aflige el ignorado vuelo del deseo

insatisfecho, temeroso del desaire,

tan mezquinas las sombras derramadas,

vagan dentro del pensamiento joven,

crecido en las lilas del canto del ruiseñor,

inocente debutante perfumando la noche…

¡Despierta al jazmín!, Bálsamo sus ojos

del centímetro enfrentado al paisaje,

perfora la memoria dura de las rocas,

cuando la altura de la montaña es virgen

en la laxitud profunda del frío hielo,

y ésta converge sus  raíces  con el valle.

  

Te callo el misterio olvidado, él te evita

al zafarse de los diálogos, sin llamarte

a la tertulia de las dichas sin dueño.

¡Y hay tantas cosas por de decir al este

de la verdad!, Cuando el rumor real

estrangula el garlito con vaivenes.