Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

domingo, 12 de febrero de 2017

Corales de despedida…


Corales de despedida…

Corales de despedida para ti,
arrecife sobre las espumas
que van dejando pálido frío
en las aguas, por tus silencios,
hoy que las nubes van al mar,
y no puedo ver por donde huyes.

Quizá tus naves sean de agonía
con sus velas rotas por los vientos.
Escondido, nadas  dentro de ti,
arquitecto de una pleamar viva,
donde se desnuda tu cuerpo
de verdores y esperanzas invisibles.

¿Hacía donde conduce tu desierto?
Me ciegan las olas de tus muros.
Sabes no que hay peces en mis penas,
solo nidos de tierra con luz verde,
en las dormidas ramas del almendro,
esperando despertar la primavera.

Si alguna vez la altiva superficie,
nada por el océano del recuerdo,
reduce la flor del aire de tu mirada,
sal del profundo olvido inmutable,
y veras  el boceto de cristal frágil,
refractado en tus prados submarinos. 

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