Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 12 de enero de 2017

… de guante blanco.


… de guante blanco.

La urgencia del tiempo contusiona,
me separa viciosa del sendero errante,
aquel transitado de pasado esquelético,
donde la palabra sufrió mil angustias,
por ser arcilla ardida de voz mutable.
Separada de su voluntad con dolor,
sin guardar su pecho de la argucia,
Ahí, donde caía el agua de la fuente,
sin poder saciar la sed de los labios
encendidos de sueños de triste figura…,
y es que una vez se fue el transeúnte
polisémico por caminos equivocados
a magnificar la apariencia engañosa,
sabiendo el poder de todos sus matices.  

Robar, se roba el aliento en cada segundo,
y el ladrón afirma ser solo una palabra
mal interpretada en su particular interés,
mirando desde arriba el declive del mundo,
con la danza intolerante de su impaciencia.
No, no tiene solución la bárbara clase
de guante blanco, de dedos libres de algodón…,
pues la calaña es seria cuando acecha,
estereotipos bíblicos con mascara visaje.
Sin otro remedio soy peregrina de lo justo,
a pesar del robo cruel de la honestidad,
anciana ya, diluida en sus horas tristes,
busca olvidarse del invasivo cansancio,
que seca la pureza del corazón de la rosa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"