Nadie como tú
Nadie como tú congela mis palabras,
las deja entumecidas en el aire,
extendidas sobre un abismo.
Eres tierra baldía de emociones,
cruzas las dunas y el puente arena
zambulléndote en mis sueños.
Susurrada noche de ojos azules,
cuerda frágil colgada de la realidad
pone hielo a mis sentimientos,
con ese miedo opaco, sin nombre.
El amor es un espejismo extraño,
un eco burlón a mi alrededor.
Nadie como tú me roba mi aliento,
distendiendo su fiebre nebulosa.
Perezosa inquietud me comprende
en el habito de la librada promesa,
pintando de oro y fuego mis nubes
viajeras, sobradas de momentos.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"