Amor de
alabastro
El aire mueve lloroso sus brazos,
Tenues lágrimas caen de las nubes.
Triste día abraza la tierra,
con sus silabas entrecortadas,
se niega mi memoria al olvido,
terca al proteger tu nombre.
Se descifra en oropel confuso
grandes dudas de aquello que fue,
a donde se ha ido corrompido.
Podría a haber sido eterna memoria,
sobre los pétalos de las gardenias,
protegiendo el amor de este dolor.
Alabastro nacido con ruedas,
masajeas las aceras del tiempo,
y no te paras de tu deambular,
extinguidos los juicios visuales
del amor ultrajado, envenenado,
quizá mucho antes de haber nacido.
Quisiste ser adorno de muerte,
por eso como el barro te deshaces
en mis manos forradas de alpaca,
para fundirte una vez mas de odios,
de crueles dentelladas sangrantes,
sellado en tu delirante confusión.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"