Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 10 de mayo de 2014

Viniste...?


Viniste...?

Viniste desde lo profundo del olvido
ángel o demonio profanando mis sentidos.
Ángel de terciopelo, caricia que me despierta.
Demonio que al cielo me llevas
para morir en los infiernos.

Viniste, si, a poner fecha a mi sentencia
que aún viva, la muerte me cierne
en la mísera agonía de saberte lejos.
Lejos de tu presente memoria,
tan cerca que si te toco, tu piel me repudia.

Viniste al anverso que me toca
a la procaz presencia que me desdeña.
Paraíso próvido en sagacidad ambulante
que a su extensión me llama
sellando sus vuelos sin mi pasaje.

Viniste..., y qué?, Si se me resarce
la nutrida desesperanza en amarte.
Creí que eras mi héroe de vientos cálidos
desplegando a mis pasos su muralla...

Viniste, y se moja tu ausencia
con la lluvia de una primavera desforestada...
y no por ello se calla el te quiero
que en mi boca se ahoga sin tu beso.




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