Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

viernes, 13 de diciembre de 2013

Un dios diablo


Un dios diablo


Dichoso animal nocturno
que parpadea bajo la luz del sol.
Eres ese expreso de media noche
que me guía solicito en su viaje
hacia un destino desconocido,
negándose una parte de sí mismo.
La conflagración del epítome
en la jerarquía del caballero en desuso.

Tú y tus inquietantes matices
sois un problema matemático
que se me pierde en un eje indefinido.
Un bautismo de eminente fuego
que sin remedio me quema el alma.
La muerte de la inocencia en un beso
y a la vez, el ascenso del Ave Fénix.
La explosión del gozo en vida y color
en el mas inhóspito de los desiertos…

Es tan extraño sentir este dolor,
que se me hace lo sensible, incompleto,
falto de delicadeza, y sutil sin ser insípido...,
Caladrius que renace en mí
ofreciéndote su primer vuelo
gloriosamente viva me presiento.
Que se queje la herida desangrando,
será parte de ese infierno
antes de que le cierre la puerta
y vuelva a ser ave con sus velas extendidas,
entre las turbulencias del enfurecido viento.

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