Poca cosa
Que insignificante es todo,
que poca cosa es todo.
Y lo grande por pequeño
lo arrastra la dejadez y el olvido,
despeñado entre las aguas
del frío abandono...
Me cuentas tantas cosas
que mis oídos no oyen,
insensibles al rostro
de tu voz con boca de alfiler.
De alfiler de dientes puntiagudos.
Fueron tan mortíferas sus dentelladas,
que en su coraje de no morir,
se anestesió su sentir.
Y ahora por no sentirte,
no te oye, ni te ve está piel dormida....
Que insignificante es todo,
que poca cosa es todo.
Y lo grande por pequeño
lo arrastra la dejadez y el olvido,
como este amor herido
que yo sala he sentido.
Y ahora agonizante se va
arrastrado entre las aguas
de este insensible río inmisericorde
que canta bajito cronometrando
su helada muerte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"