Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 4 de octubre de 2012

La verdad y la mentira…



La verdad y la mentira…

La verdad y la mentira, se dan la espalda
Y en el mismo vagón sin destino, viajan.
Un derroche de sombras superfluas
que cantan a lo lejos, letanías amorfas
por las lunas heridas en tantas batallas
en la conquista del efímero universo.

Un vago horizonte decorado
con cien mil pájaros de cuaresma,
rezuman, oscilante, un vuelo percusor 
Llantos azules sobre una suspensa calma
que parece que llama al caballo de la apocalipsis.

Una selva de emociones empapadas de invierno,
Laureles agonizantes en su atril derrotado
Ríos de furias atrapando almas con su tridente
Para hacer su peregrinación al mar de los vencidos.
Cuentas de sésamo  como jubileo
para rescatar la paz de su escondite.

Nada, en sus días de suplica
en el cabello de los vientos confusos.
Nada en la respuesta encontrada
por aterida al barro primogénito
sin útero que geste la buena nueva,
un génesis imperecedero, sonriente
al derecho infranqueable, del hombre,
de los hombres que ha este mundo nacen.   


1 comentario:

  1. Llevan razón tus palabras, se dan la espalda y también la mano, a veces no sabemos cual es la verdadera. Muy bonito tu blog, tienes una música preciosa.
    Abrazos

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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"