PENSAMIENTOS INDUCIDOS

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PENSAMIENTOS INDUCIDOS

Cada niño es un libro en blanco, que se puede escribir de muchas formas, los adultos que los tenemos a nuestro cargo somos responsables directos de cómo se escriben las paginas y capítulos de ese libro. Los padres y educadores tenemos la responsabilidad de que los niños adquieran valores y sentimientos, que les acrediten en un futuro como personas libres que saben respetar los derechos de los demás, siendo capaces de defender en un momento dado, lo que ellos en el ámbito social, político y humano consideran conveniente y justo para el bien común.

Los medios de comunicación prensa, radio y televisión en un país libre como el nuestro, que goza de libertad de prensa amparada por la constitución, hacen un mal servicio de ella. Sí bien todo adulto con la suficiente capacidad de razonamiento y con sus convicciones bien afianzadas tendrá la capacidad suficiente como para saber, que la información que dan los medios de comunicación cada día sobre los distintos temas sociales y políticos sin llegar a decir mentiras pueden manipularlos y exponerlos de forma incorrecta, de acuerdo con las ideas, que defienden y para las cuales trabajan. La buena información está en leerlas y escucharlas todas y sacar cada cual sus propias conclusiones, que estarán más cerca de lo que cada uno siente como verdad. No obstante un niño camino de ser adulto como es un adolescente, con la ingenuidad y falta de picardía que se tiene cuando se carece de experiencia, jamás estaría en condiciones de poderlo hacer, siendo muy fácil influenciarlos para encaminarlos hacia tendencias que determinados grupos quieren imponer, sí no en este preciso momento si de cara a un futuro próximo, es decir hacerlos adeptos a una determinada doctrina.

La enseñanza en este país es obligatoria y gratuita hasta los 16 años, debe ser dada al margen de cualquier ideología política e incluso religiosa, a no ser, referente a lo religioso que un padre o tutor diga lo contrario y cualquier profesor debe mantenerse al margen por muy contradictorias que sus ideas puedan ser con respecto a esa decisión. Un niño debe aprender todas las materias necesarias para su preparación del adulto futuro que va ser y su posterior decisión en cuanto a la elección de una profesión o del lugar que le corresponda ocupar en la vida. Si alguna materia está vinculada a la política, a la religión o cualquier otra ideología, el profesor debe explicarla de forma imparcial, sin dejar traslucir sus ideas al respecto, para que el niño se forme en libertad y nunca influenciado. Esa táctica es la que acredita a un profesor como buen profesor y ejemplo para sus alumnos y es misión de los padres y tutores vigilar para que eso sea así y si no lo fuera denunciarlo.

Todo ser humano tiene un derecho fundamental, que es tan importante como el derecho a la vida, que es el derecho a ser libre y eso no lo puede ser sí se le adoctrina desde niño. Se debe enseñar la cultura a cual pertenece, pero siempre como cultura nunca como verdad. Lo que él siente como verdad, tiene que adquirirlo con el tiempo y de acuerdo a su desarrollo como persona libre.

Esto son sentimientos, que están en los corazones de las personas sencillas y honradas, que no sabemos mucho de nada, pero actuamos con el corazón deseando lo mejor para nuestros hijos, que no es otra cosa que su honestidad con respecto a los suyos y a los demás, sin tener que sacrificar su libertad, consolidando su personalidad adquiriendo conocimientos suficientes para poder defenderse, no solo en el campo laboral, también para poder comunicar todo lo que piensa y sienten como personas, sin que nadie los manipule.