La rana y el sapo
En una charca pantanosa y olvidada se encontraron por casualidad un día una rana y un sapo. Lo que podría haber sido amor a primera vista en un mundo tan solitario, solo fue una pelea de dos que se quieren bien poco y se tiran a la cabeza los trastos.
,-¡Ozú, que feo eres!-La rana le dijo al sapo
El sapo herido le escupió en la cara,
- ¡Maldita rana! ¿Es que no sabes que soy un príncipe?, Le dijo altanero y presumido.
-Sí, el príncipe de los sapos guarros-, le contesto muy abochornada la rana, quitándose de la cara el escupitajo.
-Si me das un beso lo comprobarás-le sugirió el insigne sapo.
-¡Si, si! Comprobaré el asco que me das-, burlona le contestaba la rana.
-Eres una cobarde, lo que ocurre es que temes descubrir que soy un príncipe de verdad-insistía con astucia provocando el sapo.
La rana incrédula y herida decidió dar el beso al engreído sapo y así resolver el gazapo. Cerro sus ojos para evitar el asco y solicita se resigno a besarlo. ¡Milagro! Tras el beso un atractivo príncipe apareció.
-Ahora resuelto el entuerto, me voy presto a buscar mi hermosa dama, que no sabe de mi vida de sapo, así que aquí te quedas horrible rana- Orgulloso remató la faena el altivo sapo-príncipe, dejando a la rana con tres palmos de narices.
Moraleja: Nada es lo que se ve y parece, la rana es una pija que lo perdió todo por una rendija y el sapo no es un príncipe, que es un mendigo desagradecido.
Uy!!!
ResponderEliminarMe da un poco de miedo volver a besar al individuo con el que me peleo todos los días !!!!! jajaja
BESOS AMIGA POETA
(La FOTO DIVINA !!!=)
Yo como sapo que soy te puedo decir que me pareo bellísima tu fábula y que me ha gustado la moraleja con la que termina la historia...el niño que lleva dentro este sapo, se va contento con el cuento y su moraleja...
ResponderEliminarbesitos
hs
PD. Por cierto si me dan un beso ¿yo también seré príncipe?, aunque pensandolo mejor... me quedo como sapo, en mi charca con mis ranas y mis moscas, desde donde simplemente observo la mágica belleza del amanecer día tras día y sin pretensiones de príncipes engreídos y estúpidos, hasta que se escriba el final de mi cuento...
Me gustó... es cierto, hay mucho sapo suelto... y pocos príncipes.
ResponderEliminarBesitos
Menuda fábula Antoñi ¡Con moraleja y todo! Me ha encantado. Y es cierto, la vida nos da sorpresas a lo grande...
ResponderEliminarUn beso gigante, amiga.