Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

martes, 9 de febrero de 2021

Tú me lo diste

Tú me lo diste
 
Tú me lo diste,
tú me lo quitas.
Camino abajo lo oí llorar,
no era su llanto eran los latidos
mi corazón gritando de frío. 
Del monte de los lamentos
comenzó a caer la lluvia.
No llovía,
eran resbaladizas lágrimas
derramándose desde la cima
alta de mi callada tristeza.
 
Tú te lo llevas,
porque tú me lo distes,
una noche sin luna
ausentes todas mis estrellas.
Abrazo cerrando puertas
a todo, y todo éramos.
Ahora la eternidad le abre sus ojos
cerrando los suyos.
Escuálida oportunidad
yace meditabunda evitándole,
con cadenas a sus pies, no llega.
 
Tú te lo has llevado,
porque tú me lo trajiste,
días de sol y flores
para mi sonrisa triste.
Es la niebla, reina y señora,
cubre los pasos a dar,
el camino a recorrer.
Solo una laguna infame
se prende, la sombra oscura
como velo distanciando
la vida con la muerte.
 
 

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