Cómo puedes
Cómo puedes equivocarte tanto,
abrumador es el ejército celeste
en tus ojos, gritándome a lo
lejos.
Le sobra el sosiego de la tarde,
la escuálida cintura difuminada
con el cual el horizonte cierra
su mirada abriendo la noche.
Cómo puedes equivocarte tanto,
espesa ceniza pulveriza
lentamente
revelando la memoria dormida.
Plaga de dolor danzando un cante,
corazón despertando a la yedra,
trepa enmarañada, crecida por
años,
diámetro profundo, error con
raíces.
Cómo, dime cómo es de ciego el
mirar
nacido, fundido en grietas
sangrantes
cuando jamás supiste de vendas,
ni de soles reparadores al
caminante.
Frente a ti, sin pies, recogiendo
zapatos
desechados se quedan todos los
instantes
de otros, venidos a sobrevivir a
tu estribo.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"