Desnudez de verbos
Soy un ramillete de intenciones
ahondadas en ese túnel lejano
por donde los suspiros se
pierden,
desahuciados, dejados de memoria.
Un reino de aplazadas voluntades
que no se nombran sus arrugas,
sus descosidos bosques de pinos
en las revueltas de sus pestañas
cuando se secan sus almidones.
Veo en mis manos reticencia
a mostrar los ojos de su reloj,
y permanecen abiertas a la sed.
Sed de poder lograr la libertad
dormida en la raíz de sus dedos.
Fosforescencia básica, oleaje
con acento a muchas lluvias
caídas en los yugos suspendidos
sobre sus doloridas muñecas.
Será esta desnudez de verbos
la que haga ofrenda a mi talle.
La que se obstine en su memoria
conjugarme despacito su vestido.
Tengo frío de unos suaves labios,
de unas cálidas manos ausentes.
Y se abre en mis carnes el diálogo
de una llama que me llama lejana.
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