Dormida
Otro más, un día, como los demás
vive en mí, como cualquier otro,
y sin embargo, me quiere atrapar…
¡Atrapar digo!, Trae en su envoltorio
sueño de mil lunas recostadas al sol.
Y yo, ciega me voy sin voluntad
hacia su sedante pecho, insinuante…,
¡Maliciosa sonrisa la de Morfeo!
Tanto tiempo queriendo atraparte,
y hoy hurgas en mi sonrosada prisa,
diosa ladina y esquiva…, ¡La prisa!...
¡Vuelve aquí ahora mismo, te digo!
Levántame de esta playa arropiera,
sus bucles me cubren de primavera,
me dan a beber el sueño de las flores
de invierno, y dormida me quedo.
¿Alguien osa a bien en despertarme?,
Son de terciopelo estos brazos…,
¡Ay, que bien sabe esta dulce miel!,
Hay siete maravillas…, ¡Siete digo!,
Pues ganas de contar no tengo…,
soñar, soñar dormida a ser posible.
El gozo de la mañana me ilumina
con sus luceros del alba despiertos…,
y yo, dormida, ni el aliento estridente
de las campanas en cuadrilla,
logran que habrá mis ojos a este día.
_Mira que trae hoy hachas el aire,
afiladas y cortantes, no te despiertes _,
Me dice Morfeo, con su voz profunda.
Dormida en el estanque de sus tranquilas
aguas…, estoy, ¡Despiértame si puedes!.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"