Petit comité.
Mil prejuicios soterrados,
una boca mordiendo veneno
en los ojos planos velados…
Ella se nombra mil veces
embajadora de los arroyos
en la caída de sus vertientes…
Plañidero su verbo ejecutado
derrama su fría lagrima
en la alborada del dolor ajeno.
Mutuaria su sonrisa, viste luto
dejando desnuda el alma
al albor del petit comité.
al albor del petit comité.
Quiere ser
ninfa de un autor
Desconociendo
sus sombras
las entrañas
de su inspiración.
Hace escala
en todos sus puertos
con su árido
mapa sin cotas,
sin límites
en su conciencia.
Ella sola se
dice al que le escucha,
Y al mismo diablo
le suelta la lengua
pues su
causa es tiempo de verdad
que otros
labios profanan en justicia.
No rompas el
reflejo en el espejo ajeno,
cuando el
tuyo ni espejo lo reconoce ya.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"