Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 19 de diciembre de 2019

Cuantas veces



Cuantas veces

Cuantas veces te he visto enfado,
cielo oscuro, gris, atormentado.
Cuantas veces te has negado
a dejar al sol acompañarme,
a la luna mirarme tranquila,
Solo has soltado tu voz
encolerizada hacía la tierra,  
asustando a las nubes.
Las he visto ser como pájaros
asustados buscando un lugar
donde esconder su miedo.
Enajenadas en su locura se chocan,
se hieren, derramándose todas,
vaciando sus arterias a chorros.
 Y tú abres tu boca embravecida,
de vez en cuando despertando
el fuego de los infiernos,
y ellas que guardan piedras
en sus mochilas las lanzan ciegas
a los desorientados mortales,
sufriendo sus crueles dentelladas
como un castigo por sus errores.  


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