Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

lunes, 7 de enero de 2019

No podrás



No podrás

No podrás velar el cristal
si por espejo se  te ofrece,
porque la albahaca da olor
al viento que a tu talle ciñe
el correr del rígido tiempo.
El fondo de la tierra lo sabe,
el murmullo del seco silencio,
y el rancio pesar de las mareas  
que coronan ahora  tus cielos.

Los oscuros quejidos invernales,
circundan con su grisácea ceja  
en brillo de plata sobre tus ojos.  
Son racimos de negras nubes,
vagabundas, que te mojan
trasuntes tu estepa llameante,
con sus aglomeradas penas.
Unas veces con  emotivo llanto,
otras en furibundas letanías,
sacando el dolor de sus baúles.  
Tan resguardado de la polilla,
de la carcoma, trago a trago,
de alcanfor borracho vivirá,
pero tú no podrás dar sin hilo,
punto  a la llaga que suture.  


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