Te nace.
Te nace la primavera en tus ojos,
amor, cuando posas tu mirar
en el cantar de mis afluentes.
El jilguero mañanero, brotado
de tus manos, suave melodía
le trova a mi receptiva piel,
despertares, y ella te danza
una taranta en tus digitales.
Regálame un sueño bonito
que de tus brazos siempre
nazca y no esté dormido,
despertándome en tu alba.
Arrúllame amor mío fuerte
en tu blanca seda, de este día
y en la de los días venideros.
Que los sueños no me duerman
en otros brazos hechiceros
que sean los tuyos solamente.
Embates bañado de deseo
el plenilunio que nos habita
insurrecto en nuestras noches.
Candencia de luz nacarada
guía perenne la salida del sol
hacia los mecidos trigales
alojados en los rizos de mi pelo,
que tan dulce tu boca bendice.
Quédate al llegar las palomas
voladas desde mis pechos,
ellas son sentidos mensajes
que de mi salen a tu encuentro.
Tiempla tu aliento al posar
en la ensenada de mi vientre
tus gozados y atrevidos besos.
Háblale al oído a ese deleite
soñado, sin que halle hueco
la receptiva e impaciente prisa.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"