
Existen momentos que sin ser diferentes a cualquier otro, tu rutina diaria se sobresalta, van apareciendo interferencias que espabilan las agujas del reloj a una velocidad más propia de competición atlética que del hacer diario… Es decir, ¡Estoy ataca!, No llego a tiempo a nada, haciendo gala a mi impuntualidad natural, mas por necesidad que por defecto... Tranquilitos todos, dejad la cafetera en el fuego, que mi tacita de café no os la perdono, y pienso pasar a tomármela por cada uno de vuestros rinconcitos, en cuanto despiste al travieso reloj… ¡Ah!, Recordad mi café ligeramente amargo y cortado con una chispilla de leche……
Comentando un poco por lo alto el nacimiento de este poema, os diré que es un poco parte del anterior, al menos su fuente de inspiración es la misma… Energías que se captan, que se tratan de descifrar, que producen cierta inquietud.
La atracción entre los amantes es sin duda una química muy especial, hay que sentirla y aún así es difícil de explicar, se respira en el aire, siendo invisible, casi se palpa, se huele… Aquí intento responder a una serie de mensajes, sin palabras, sin gestos, solo por ese dialogo universal que entre los cuerpos que se atraen irremediablemente, que de forma mágica establecen y solo ellos entienden….
Horas frías
Inquieta salta, a cada paso estafado,
piedad de los dioses en el monte sagrado.
Conmovida, insatisfecha armonía,
se sumergen en luchas de por si perdidas.
¿Quieres acaso dormir en mis noches?
Te dejo un cuento abocado a la esperanza,
con la llave que abre la puerta entre la niebla.
Serás luz en mi boca, sin grito que alarme.
Tenue, por sigiloso, el despertar del amante.
Amaneceres fogosos, nacidos de tus brazos.
Promesas que alimentan la llama de la espera.
¿Tiene tu mirada el bálsamo que me duerme?
Respuestas de tu aliento despertándome.
Crucigrama sin descifrar en el perfil de tu piel.
¿Serán las huellas del reloj las que decidan?
No te quedes en el olvido, renace en mí mirar.
Hola, no había visitado tu espacio que es verdaderamente cálido, horas frías a veces las hay, esperemos que renazca en tu mirar y se quede por siempre.
ResponderEliminarSaludos
Tomo nota de como te gusta el café jeje, a mi me gusta igual, pero lo tomo muy dulce je.
ResponderEliminarQuisiera poder explicar lo que siento cuando leo tus letras, porque siempre llegan al corazón y allí se quedan... realmente te ademiro de todo corazón.
Has escrito un bellísimo poema de amor mi niña... muy bello.
Un fuerte abrazo y todo mi cariño!
De esas horas frias... existe un derretimiento que es la paciencia.. auqneu cueste encontrarla!!1 me encanto Antoñi... fuertisimo abrazo!
ResponderEliminarAntoñi,deja que esas horas frías se vayan calentando con la esperanza y la espera paciente.
ResponderEliminar¡Ah!mi café frío y cortado.
Cuídate.MJ
Me encanta todo el poema, la idea y como las has sabido plasmar con metáforas insinuantes y provocadoras, pero permíteme quedarme con el último verso.
ResponderEliminarNo te quedes en el olvido, renace en mi mirar.
Es precioso.
Abrazos.
Serás luz en mi boca, sin grito que alarme.//
ResponderEliminarMetáfora de lujo, en un poema de lujo.
Magnífico NIÑA
Cada día, tus poemas son más bellos.
Un abrazo inmenso, mi Niña.
Antoñi, nunca dejes de sentir ese aliento al despertar.
ResponderEliminarYa te tengo tu café preparadito para cuando gustes.
Un besazo
En esas horas frías siempre flotan en el aire sentimientos que queman, a veces se instalan en la piel...como el hielo, que por gélido abrasa la piel...
ResponderEliminarFrío y calor, unidos en un bello poema que hila y deshila sentimientos tan comunes y a la vez tan contradictorios en el ser humano...
Dejemos que las horas frías nos quemen de pasión, y que el calor de la pasión nos alivie con su fresca brisa.
Besotes mi hada buena.
..."No te quedes en el olvido, renace en mi mirar"...
ResponderEliminarMe encanta, no puedo decir más. Precioso.
Un abrazo
Tienes un regalito en mi casa.Cuando quieras es todo tuyo.
ResponderEliminarunbeso.MJ
Veo que estuve muy ausente y perdiendome magníficos poemas, voy lento pero sigo caminando, ya haré comentarios en los demás. Por ahora me quedo con todo este poema que en sus horas frías se entibian los más ardorosos deseos, con preguntas directas y concretas.
ResponderEliminarSin dudarlo me quedo con el último verso, que tiene en su invitación una dulzura tremenda, llega muy profundo. Me ha encantado.
Gracias por estar conmigo, gracias por tu mensaje, espero poder estar nuevamente con todo lo que soy sin estar a la mitad. No me olvides. Hasta pronto.
Anouna