Eterna espera
Desde el reposado olvido, siento que te escribo, letras perezosas marcadas con mil designios, son fugaces imágenes, que se escapan de lo que siento un espejismo, en mi oasis mental, donde sólo habita la irreal espera del que ha perdido una quimera, del que ha vivido una guerra en calma, respirando el mentiroso aire de las palabras calladas, palabras muertas que repiquetean como martillos en el centro de mi alma.
Siempre supe que nuestra historia tenia las horas contadas, horas salpicadas de grandes naufragios, en mares tumultuosos, que jamás arrastran restos hacia la playa. Están sepultados entre los corales en el fondo más oscuro, donde no llegan los mortales. Nunca aflorara, ni el mensaje triste depositado en una botella, pidiendo ayuda para salvar nuestro amor de la inclemencia de la tormenta.
Esperaré a que el olvido me olvide, y esperaré a que el recuerdo de tus manos sólo sea un vestigio rescatado de ese naufragio en alta mar. Esperaré a que aquél sonido metálico que anunciaba tu llegada, sólo sea el eco de mis pisadas cada vez más lejos de tu mirada. Me alejo como el moribundo que agonizando de hambre, va en busca de su alimento, nutriéndome de lo mismo, siempre lo mismo, en el fondo, un ardor que quema con olor a desesperanza.
Me dejaste heridas, con cada beso que me distes, tus labios suaves acariciaban mi cuerpo sembrándolo de una falsa primavera, despertándome después con la realidad triste germinando fríos inviernos en todo mí ser. En el cajón compartido de nuestra alcoba, dejé mi maleta llena de sueños, y en el armario entre la ropa quedó mi ala rota. Mi necesidad de volar junto a ti, esta junto a ella, ahora vuelo sola, busco otros cielos, que me diseñen los brazos que cobijen mi sed de sentir amor lejos de ti.
Nunca me hablaste del mundo escondido tras tus ojos, ese que yo anhelaba compartir contigo. Tus ojos siempre tuvieron la opaca reserva, de recodos oscuros de placeres efímeros, palpitantes, teñidos de lujuria, sellados y aliados con el engaño. Ahora ya no te pido que me mires a los ojos, y me digas si es cierto que no me quieres, ahora ya no quiero que me quieras, porque no sabes quererme, ahora no quiero quererte yo, ya no tientes a la suerte, porque este corazón curtido por los vientos del abandono, del derribo cruel de el desahucio de aquéllos besos inocentes, hicieron trueque con lo material que habita en tu mente, como si de un intercambio de poderes se tratara, todo fue naufragio...
Texto escrito en colaboración con mí amiga Brushi; http://brushi.blogspot.com/
Con su blog, crónicas delirantes de una bruja
Texto producto de la imaginación delirante de dos noctambulas sin remedio…..
Pues felicidades a las dos... os ha quedado un pedazo texto, un dibujo de mil colores.
ResponderEliminarAbrazos.
Me recocijo entonces en el insomnio de ambas, si la noche y la vigilia las inspira a escribir tal preciosidad de texto.
ResponderEliminarABRAZOS GIGANTES.
Felicitaciones a las escritoras, es un texto que me ha sacudido los ciemientos de mi actualidad.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana
es muy bueno leerte.
ResponderEliminarmi admiracion para ti y para tu colaborador en este escrito.
jejeje...
ResponderEliminarSi eso es divagar ,yo me llevo el premio¡¡¡
Me encantó la serenidad del desamor.
Precioso escrito.
Felicidades a ambas..
Mil besos