La alegría

Lo siento Brushi, la vida a veces es muy dura para este mortal cuerpo, que se me asignó para circular por este mundo. Esto es una plegaria de reconciliación, para que se me perdonen mis pecados y los reyes magos el año que viene me traigan otro cuerpo nuevo aunque sea jorobado o un pelín destartalado, jajajaja…

Esto que he escrito no era, como siempre, lo que yo quería escribir. Son desventuras de un celebro, donde la fiebre produce alucinaciones. Es la recompensa o quizá castigo de las que somos amigas de la nocturnidad.

La alegría

Una minúscula mota de alegría,

quiere ser fuerte en la adversidad.

Escala las paredes buscando

la luz que entra por la ventana.

Siente inquietud…

por no poder correr por los caminos,

rescatando amigos que la hagan grande.

¡Ella, la alegría!,

Juro que jamás se rendiría,

se ha ido quedando pequeñita

…carente de energía

al carecer de su sustento.

Sabe dónde encontrarlo,

se le hace complicado con el candado

que han colocado en el corazón

donde guarda su alimento.

Araña su circunstancia como puede,

…siente que no respira.

En ese opaco rincón donde vive,

pelea con la viciada atmosfera…

para que no le acabe robando la vida.

Sueña en su agonía

que su voluntad es de acero,

no perderá el aliento,

conseguirá la libertad.

Crecerá el sentimiento,

¡Arropándola!,

Hasta su total restablecimiento.

¡No se extinguirá!,

Recuperara la sonrisa

viajando en el tiempo,

estableciendo el equilibrio

de la emoción más grata

que alivia el dolor,

recuperando la ilusión.