Tristeza de Amor

Desde aquí yo te lo digo, desde aquí, porque siento lejos mi oportunidad. Esta cansada la espera de tantos silencios amargos, quietud desolada que espanta más que la fría muerte. Me quedé inerte mirando la longitud del infinito, como si pudiera alcanzar su final, cuando la distancia que genera el abandono es un profundo ocaso que juega sueños amargos que despiertan a la realidad del olvido.

Hoy quiero decirte que tu decisión nace en tu voluntad, anulando mi esperanza. Triste libertad que aparca la mía, no tiene en cuenta que mis alas quedaron rotas. Ya no puedo volar, el cielo que soñé surcar, buscando nuevos horizontes, para podértelo ofrecer como hermosa ofrenda, en ese paraíso que soñaba construir para los dos.

Mi voz se seca en mi garganta, no tiene eco como mi ánimo de vivir, sin querer morir no entiende la vida, que se me ha vuelto tan amarga, sin poder probar el dulce sabor de tu boca. Muy lejano encuentro el sueño sin despertar, lo que sin querer se me volvió pesadilla. ¡Que respiro!, ¿siento acaso que vivo?, mi corazón no late, se paro en ese instante donde sin avisar mi sol perdió su luz, ocultándose en el temporal oscuro, entre los rayos y truenos de esta destructiva tormenta, que asola mi ser.