Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

viernes, 17 de agosto de 2018

¿Cuanto te quiero?



¿Cuanto te quiero?

El sol se apaga despacio
baja sus parpados suaves
rendido al ocaso estival.
El aíre recupera solicito  
su libertad en la bruma
espesa de este paisaje,
enfático por momentos,
rebelde en la sabiduría
más dócil y ecuánime,
heredad de su peregrino
estado jovial y natural.   

Aquí no saben las nubes
viajeras con sus cúmulos
grises, de maletas vacías,  
de trucados y rotos raíles,
de desbancar destinos,
ni  obsoletas vanguardias.
Ahí van a morir los trenes
que perdieron pasajeros
en su larga trayectoria
al no hallar sus estaciones.
  
Me preguntas preocupado,
¿Cuánto te quiero, ahora?,
Cuando amarte, quererte,
es sin brújula, un  destino
nacido con propia luz boreal.
Encallecidos y descalzos pies,
andando este sentimiento
van hasta la profundidad
del mar que me sostienes
sin extensión y medida.  
  

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