Soñé que dormía
Soñé que dormía un sueño dormido,
despierta lo quería tener conmigo.
Habitante blanco con aliento a rocío,
beber tu liquido en la alborada fría
me abriga las heridas huérfanas,
que me dejó el marinero de los vientos,
devorado de geometría de mármol,
en la frialdad de las sienes de
Apolo.
¿Dónde estará su barca desterrada?,
El empuje de las horas hacen del mar
de su tiempo una callada agonía.
Amarle duele en este dormir opaco,
viendo los espirales de mis sentidos
en el mantel geográfico del cosmos.
Un teorema rescatado del delta
de mis ojos de lluvia, bajo las
piedras.
Adviérteme luna, del río egipcio
tiene un brazo acariciando el limo,
y cuando abre su boca al mundo,
sonríen las frutas de la distancia
donde yo, fija, le he de encontrar.
A mi marinero guerrero de las olas
del tiempo, extraviado de su reloj,
inexorable en su palpitar continuo.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"