Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Oxigeno


Oxigeno

La aparición repentina de las hojas
y de las flores en los cerezos,
hacen caer la muralla del paisaje.
Son los topacios los que orquestan
sus florecidos brazos enjutos,
mientras el ser de la tarde arde,
bajo las columnas de la niebla
en su danza de silencioso retiro.

Miran los astros mi alma de cristal
rota a veces en sus vértices,
bajo el temblor de una lágrima.
Desnuda del cantor viento
en la gran opera de la aurora,
cuando los sentidos amanecen
a un despertar de sutiles acentos,
allí, donde llora el rocío su verdad.


Mientras la flor de loto se ciñe
a la dulce habla del agua,
el infinito evapora su vuelo
al lecho del corazón imberbe.
Y el tiempo de rodillas, suplica
a las distancias que le escuchen,
que no se alejen mudas de afecto,
tan nutridas de sueños inocentes.

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