El tiempo
Puede que aún no
lo sepas,
tu tibio cuerpo
aún no lo sepa.
La estepa de la
juventud elige
dejarte pasear su
alfombra,
cabalgando a
veces su planicie,
ignorante del
viaje de tu reloj,
no aflojan el
ritmo sus manecillas,
llegara ese
instante como un soplo,
y su esfera saltara
por los aires,
quieras o no, te
llevara con ella.
El tiempo y tú,
sois compañeros.
Tú pasas como un
viento salvaje
aflojando el
respirar en el camino
según tú espalda
se carga de años.
Y el tiempo se
queda impasible,
sin esperarte,
en su viaje anodino.
Y es que
bosteza, si te espera,
dormir en él, es
un pasaje desconocido,
va siempre sin
lastre, sin equipaje,
nació sin
corazón… y no sabría soñarte.


No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"