Posesión
Se viste la desnudez de la noche
agazapada de densos silencios.
Las palabras yacen tan pesadas
colgadas en el atónito viento.
Se curvan al calor suavemente
los pétalos de esta enamorada flor
ofreciendo su centro latiente más intimo,
al abrirse con las caricias de su amante.
Cómplice hechicera luz de la luna
va revelando un sendero de plata,
húmedo de sudor sobre la piel.
Tiritan las frases, mudas de deseo.
Se extienden los rendidos pétalos,
seguros de atraer su posesión
Y todo el inflamado aire se condensa
con la fragancia de su pasión.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"