Almendros en flor
Las alondras elevaban un himno a la
primavera
y tú me regalaste un mar de almendros en flor
Cuando las nieves plañían mi vida
dejando congelada mi alma
en la mirada del frío invierno
Fue el sol rielando la cima del río
danzando entre sus olas
el que pintó con acuarelas desvaídas
el esbozo de un paisaje remoto
rozando el hombro de un pasado
envuelto en seda como una amenaza.
Sublime
silencio hedonista
nacido
de la comunión perfecta
despertaré
de las aguas del sueño,
hacía
una realidad marcada
en
la arena de una playa estigmatizada…
Yo
quiero ese amor; “todo o nada”.
Y
en ese abismo a punto de caer
te
llevaré conmigo al placido abrazo
que
convierte la nada en algo grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"