Será Mañana

Hay momentos en la vida que son muy difíciles de digerir, se te nubla la percepción del futuro, te miras al espejo y ves las arrugas de la vida, no con presencia física, más bien con la pesadez de llevar el mundo a cuestas, sentir que es una carga muy pesada para la cual tus fuerzas son insignificantes, sencillamente te sientes perecer. Puede ser motivado por problemas de difícil solución o que en ese momento no le encuentres una salida solida. Por la perdida de seres que amamos, también por que la salud se te debilite y te agote de forma física o psicológica.

Creo que nadie, ha estado, ni esta exento de momentos así, es tan humano como reír, lo que no implica, bajo mi percepción, que ese sentimiento deba ser parte de nuestra vida diaria como una segunda piel. Todo pasa, lo malo, incluso lo bueno, como entender que la vida no es lineal, esta sujeta a la climatología de las circunstancias, de las imperfecciones del sendero por donde caminan nuestros pasos y por que no decirlo, a la palidez de nuestros errores.

Pues dicho lo que mi abrumadora elocuencia me permite, os diré que este texto, es la conciencia en mi, de que lo difícil es más llevadero, si pensamos que es transitorio, que después de la tormenta siempre sale el sol y será así, hasta que se cumpla el último capitulo de nuestra vida.

Será Mañana

No pides permiso, intruso que me acechas bajo la sombra de los cipreses, ellos lloran mientras tú te meses impávido en tu espera. Te intuyo sereno..., me ahoga la sed de la grandeza de semejante propiedad. Más, insegura se siente la torpeza de saberse sucumbir, en aquello que siempre será tu fortaleza, creciéndote en la débil estructura, que sabes, caerá seguro, al mismo tiempo que te elevas triunfante de saberte mi dueño.

Bárbaro, te siento, clandestino que se sumerge en la ambigüedad. Yo conozco bien tus signos sin marca, que trepan por mi cuerpo como una cruel alimaña sin dejar rastro. Me puedes hoy, que la fragilidad es mi invitada, no será igual mañana que mi labor de anfitriona haya terminado.

¡Sí!, Será mañana cuando siete rosas florezcan en el rosal del tiempo, siete soles en el sol que florece en el universo... ¡Sí!, Será mañana, cuando tu sombra se ahogue en las aguas del mar donde navegan mis días, sin barca, ni velero, con en el empuje de todas las corrientes. Bramando la marea, como el guerrero triunfante al final de una terrible batalla.