Al nacer se te da una opción de vida dentro del seno de una
familia, de una sociedad, de una cultura. Desarrollas la necesidad más vital
que tiene el ser humano, "comunicar", para así poder superar de
alguna forma la isla que somos como individuos, y así amar se convierte en algo
tan esencial como respirar y es en ese prosaico y tan cósmico sentimiento donde
el ser humano atesora sus experiencias más importantes, las que de alguna forma
van a definir para bien o para mal, toda su existencia...
Hoy quiero quedarme,
como siempre, desde que tuve conciencia de mi existir, con el verbo amar, pues
me niego a ser solo algo que respira, que camina. Quiero ser corazón que
palpita con muchos corazones en su interior, que aún le son muy necesario
abrazar, a pesar de que mi mano izquierda no confié en la derecha, por muchas
puñaladas traperas que me hayan dado o me den los que he amado alguna vez, los
importantes no son ellos, soy yo..., y no es que esté ofreciendo la otra
mejilla, para nada, es que pienso, que si no dejas que lo feo, lo bajo, lo
ignominioso te toque, te manche, marcando una diferencia con grandeza, saldrás
indemne de toda esa podredumbre, con tu aura inmaculada sonriéndole a la
vida....
Sentido
y sensibilidad
Las
palabras son la brisa acariciadora
que
pasa rauda sobre las mejillas,
otras
susurradas y pesadas se quedan
impresas
en la memoria del aíre,
hirientes
como la punta de un látigo…
Se
vive y se muere al mismo tiempo
Y
nunca asomado a la vida,
con
el corazón latiendo
como
un pájaro en su jaula…
Es
la rosa una princesa encantada
a
la que guardan con pinchos de hierro.
Un
contenido llanto en los labios
la
despierta en las mañanas de Mayo
y
aspira el aroma de la noche
al
contemplar las estrellas
en
un brillante cielo, recién lavado …
En
el plenilunio las uvas destilan
el
espíritu de Baco, dios del vino.
Dios
pagano que invade los sentidos
a
galope en las venas mil sensaciones
como
arpegios de un arpa
escapadas
de la entraña de la tierra…
Un
pájaro gorjea a la luna
Los
sauces doblados en su llanto
desploman
sus ramas en el seno del río.
Sus
aguas fulguran destellos de plata
acogiendo
sus melancólicas lágrimas,
y
la tierra murmura tapizada de verde,
que
la luna y el vino al amor invocan…
Pues
la luna, como el vino
lo
mismo, embriagan y hechizan
a
los locos, que a los amantes…
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"