Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

viernes, 9 de noviembre de 2018

Porque


  
 Porque

 Porque me trato, me contengo,
sé que te tengo en este instante,
en el que te pienso la gran esfera
de la estepa de mi razón.

Podríamos juntos ser jueces
de todos los recelosos días
aprendiendo a abrir infinitos.
con dientes aún nacientes,
mordiendo enjutos la parodia  
previa a la muerte de la estación.
Que sin respirarnos, nos ocupa
latido a latido, aplacando el aíre
con sabor a memoria, a sudor
del tiempo que nos separa.

Porque me siento, te presiento
lejano del punto de partida.
Comedido entre los puñales
desbastares de esta fantasía.

Y qué?, Si al final no podemos
alcanzarnos en esta huida.
Le nace al frígido oropel  
de la distancia, un gran nudo
en la garganta de su conciencia,
cuando el más justo de los túneles
abre su oscura boca, pensativo.
Herrar es cosa de la ausente
sensatez, frente a frente, al espejo,
reacio a encontrar su mirada.  



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