Norma, normalidad
Normas, norma, normalidad,
¿Quién te pensó?, Eres cárcel
sin rejas, de vigilantes ojos
para una humanidad mansa
agrupada en rebaños grandes.
Me enamoré un día del amor,
viniste rígida con tu corsé
a afianzar tus frías vestiduras,
mi amor se quedó vencido
y yo etiquetada de incorrecta.
Ay norma, no te me pases
a mi aire como el oxigeno
a mis pulmones, no ahora
ni nunca, que regla eres
¿y por qué no equivocada?
Es tu flequillo ondulante,
recta la raya de tu camisa,
que no concedes permiso
al autentico ser nacido
en su camino a su libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"