Decisiones
torpes, áspic mordiendo su propio veneno, aquí y el ahora es un acueducto subterráneo
de raíces viejas, nos lleva y nos trae el aíre envenenado de otros tiempos. No es
la historia verdadera, la fabula se estacionó en este satírico teatro,
necesitado de mascara, pues el rostro de piedra se esconde la vergüenza, para
no ser preso de arrugas prematuras…, y por qué te lo digo?, Lo sabrías si
fueras piloto de ese vehículo sin estacionamiento, que corre y corre, por
calles vacías de sentimientos. Muy cansado, observar su viraje incierto, los
recodos, las esquinas, podrían ser puntos y aparte, y siempre serán punto y seguido,
aunque el texto se nos acabe, como el camino a seguir, con ruedas pinchadas.
Gracias
a todos… Feliz semana… Besos
Herido
cielo
Herido
cielo derramado
sostienes
oro y nieve
en
el habitad de tu llanto.
Alborozo
ardiente amanece,
ángel,
conjuro, muda brasa,
implora
el frío en tu garganta.
Gemas
de tristeza tus ojos,
cifran
sordas hogueras.
Tú sed
veleta mira lejos
presagios,
mentiras tristes.
Alicaídas
palomas vuelan,
collar
de nubes las rodean.
Deseo
grande sin tocarte
abandonado
de tu mano,
baja
del patio de tu mirar.
Satisface
la prueba, turbado,
desnudo
de voluntad propia
en
el eje indómito de tu ser.
Vaho
lento, sonámbulo
arrastrando
tus raíces,
viene
al despertar antiguo,
sordo,
fijo su movimiento.
Pálpito
del corazón, te hiere
y no
lo puedes controlar.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"