Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

lunes, 2 de octubre de 2017

Dulce cariño mío


Me sobrecoge el ocre de tu piel, me habla, balbucea sombras indefinidas que trato de identificar en el abecedario de la vida. Quizá solo es una burla que tejen tus dedos al recoger las hojas secas con las cuales quieres perfilar el boceto de mi figura, tan fugaz en tus pupilas, pues de alcanzarla, necesitas  vencer distancias no medidas con metro, y esas las impone un sentimiento, del cual no ha nacido flor que te agasaje su perfume.
Hay mil prohibiciones que perdieron el último tren…, de que sirven los  castigos impuestos?, Si son verdugos sin ojos, en un mundo inventado, donde tú quieres establecer tu reino, cuando aquí, mi realidad tiene la mirada plebeya, no puede ser burocrática, cuando siempre va descalza.   
Los amores, no responden al “te amo”, por mucho traje nupcial que se le imponga. Amar es tan libre, que su libertad aún no lo sabe, llega a la madurez sin abandonar la niñez, tal vez, porque viaja sin equipaje y sin un destino programado, premeditado, y a veces, solo a veces, se tiene la suerte de que descanse su inquietud sobre tus sueños, y con uno de ellos haga un espejo, donde el anhelo de amar, se mire y te reencuentre…

Gracias a todos… Feliz semana…. Besos



Dulce cariño mío

Dulce cariño mío, enséñame
suave caricia de rocío resbalada,
la sosegada corriente humilde
del destello claro del pensamiento
en los cabellos oro de los amores
carentes de dueño, de fronteras.

Dulce cariño mío, mis soledades,
mi ruta se abre hacía tu mar.
Hay un camino largo impreso
donde la alegre primavera
abre resuelta sus alas al viento,
e impaciente nos regala su cantar.

No envejece la inquieta agua,
ni el tiempo viajero de los lirios,
Antorcha bella iluminas mis ojos,
viajas de incógnito a mis noches,
a mis días en ofrenda sedienta,
danza de amor, dulce cariño mío.

Alhajas de un sí, aderezo orfebre,
lo sabe la llanura de los adentros,
reposada de estío en las playas
tendidas al sol mudo de silencios.
Tu y yo, dulce cariño mío, amable
remanso en trance sobrevivido .

Dulce cariño mío… 

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