Distancia
El hoy, el ayer,
como el antes,
se nos va, sumando
entre líneas,
junto a las palabras
no dichas,
entre los
muchos espacios ocultos.
Nos sobrepone demasiado
excedente,
en esta geografía
tan insegura,
donde la mayoría
de los accidentes
acaban siendo inhóspitas
islas.
No mires ese mar
que nos separa,
ni el perfecto
abrazo del límite.
La resurrección de
la tristeza
nunca debió ser
una hermosa flor
de lágrimas de
rocío fácil,
alzando
coordenadas inciertas,
cuando el
corazón no reconoce
los inéditos réditos
de un facsímil.
Conocemos la
urgencia del deseo
su impaciencia no
consumada
en fratricida lucha
por no morir.
Y aquí nos
tenemos, enamorando
la distancia en un
paralelo sueño,
que abraza dos
cuerpos, a la par.
El frío hace su ritual,
tranquilo,
sobre el atlas
que nos mortifica.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"