Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 9 de junio de 2016

Condena


Condena

Los desertores cielos nos niegan
hospedaje en las frívolas tentaciones.
Cuando desnudos nos enfrentamos,
especulan hacernos morir mil veces
en las fauces incendiadas del deseo.

Eres tú el espacio que me contiene.
Desinhibido y lento es el tiempo  
que nos mira robándonos las días.
No hay flores para las cicatrices,
ni duelo en la orilla de mi cuerpo

Esta afrenta que nos injuria,
faltas de este amor imposible,
nos acecha feroz, sin descanso,
artificio de las mieles adulteras,
abriéndonos los viles infiernos.

Desazón despuntada en llanto
bajo el cansado y celoso turbante
que ciñe la memoria de la ternura.
Pájaro del dulce sueño inalcanzable,
tus alas  serán la gloria de esta travesía. 

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