Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 11 de junio de 2016

Apóstata


Apóstata

Sí, soy apóstata de todas las guerras,
sin embargo me has regalado un fusil,
¿Qué hago con esta metralla ahora?
Me tallaste, alfarero, de tu barro,
Y la hermosura se quedó presa
del noble sueño, de la dulce novia
gestando vida, despertando Abril.
Como puedes ser un vagabundo
perdido en tus arrugadas emociones.
El tiempo no viola sus espacios,
y tú a las horas llamas al ebrio monte
a despeñar su armonía en los abismos.

Sí, en verdad soy apostata conversa,
mis oídos no aceptan dádivas bélicos,
súmmum del reino yermo de las lágrimas.
Bajo un abrupto cielo me regalas un fusil,
¿Qué hago con esta metralla ahora?,
Los pensamientos son solitarias naves
no necesitan dagas, ni frígidos cuchillos
cuando el infiel laberinto les impide salir.
Solo un dolor primario se circunscribe
al recinto de los incómodos lamentos,
porque con tus ojos me has labrado
iracundas cuencas, desbordadas de ira.


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