Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

martes, 24 de noviembre de 2015

Llegarás


Llegarás

Sé y no le preguntes al ayer
cuantos momentos vienen
robados y cuantos regalados
en el dulce suspiro de mi beso.
Que las horas son cómplices
al igual que las olas son remos
para las aguas de este mar
bravío e intenso de tu amor.
Allí silente, me siento perdida,
en la ardiente arena de su playa
cual sirena exiliada de su coral.

Vengo sin pausa a este sueño,
invocando las estrellas y la luna
para la noche que nos llama
con su voz de seda susurrante.
No tiene piel el claustro del deseo
que recuerde la dicha de los amantes,
así los barcos pasan sin detenerse,
y las caricias se secan sin florecer
sin tus laboriosas manos de jardinero
al reclamar la fría lluvia al anochecer,
cuando es la melodía del violín del viento
la que va despertando con sus notas
 el caudal de los labios en la mañana.

Llegarás hoy saciado de caminos
a tu flor añorada, adherida a tus sienes,
deshojada del quebrado e inconcluso ayer.
Llegarás mojado de vida floreciente
agregando sus pétalos a tu calendario,
rendido al suspiro prendido en mi beso. 

1 comentario:

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"