Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 31 de octubre de 2015

Réquiem


Réquiem

Desliza la mañana su cara
de despertar desnudo y frío.
Desafiantes ojos de fuego
disipan el sereno recato del viento,
que con espuelas de verdugo
destierra el luto de nieve
del diseminado olvido del campo.

Sírvase de consuelo el culto,
a la triste memoria oxidada
camino de los arroyos en flor,
cuando apenas cae el caos
en el vehemente desceñir del ciclope.
…Ya sin remedio ayunan las verdades
en las impuestas turbiedades!.

Inicuo sin ser asueto
sin cadenas, sin condena
se priva su malgastado arrojo
lanzando misiles de opacidad.
…Y no desertará el tiempo
de su inquieto palpitar
antes de recoger su cosecha!.

Brotan nenúfares en los estanques
de la amarga enemistad,
con unos desleales arpegios como final.
Son llantos de las cuerdas del arpa,
curvaturas en los espesos cerebros.
Incoherencia fraccionando la memoria,
el olvido en su sublime testamento.  

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