Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

miércoles, 21 de octubre de 2015

El fruto de mi deseo


El fruto de mi deseo

Mi cintura puede ser tu camino,
agitada, bebiendo de tu sed
entre los suspiros  que a paso lento
se pierden en el palpitar de tu tierra,
extrañada de la estrofa derramada
en la desnudez de la llama de mi boca.

El deseo y el beso es nuestra flor
sembrada  en la  cala de cada latido.
Linderos de fuego rompiendo distancias
arropando mis labios con los tuyos.
Cabalgando esta frondosa fogata
explorando la pasión a rienda suelta.

Surca mi cuerpo con tu mirada hambrienta,
asístete  a mis quebradas montañas,
aún nos queda trecho hasta encontrar la luna,
hasta que tu anhelo se bañe en el rocío
que despierta  la vida en el ardor de mi centro.

Acabemos dormidos de placidez
descansando sudores, venciendo gritos
al regalado arrullo del silencio,
por tu osadía profanando mis entrañas,
arrebatando el fruto de mi deseo.
El que tienes rubricado sobre mi piel.   

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