Silente
La tranquilidad es como el silencio
tiene su misterio en el chirriar de sus dientes;
_Algo crepitante olvidando de su voz
entre sus oxidados huesos, esconde el aire_
Me dice suavemente la calma al pronunciar su nombre…
Mediste tus logros como una infame venganza.
Ahora suavemente acecha la evidencia,
Se siente tu espalda cruenta esfinge
perfilada por la fina espada de Damocles…
Será mejor que no lo sepa, ni viento, ni la lluvia
que tan fríamente se derraman en mi corazón.
Tengo viajeros los sentimientos en este temporal,
y nubes de paso no pueden ser en este vasto cielo
que por decreto me cobija en este destierro.
¡Duerme, duerme!, Ya te despertará el llanto
Y no el canto de sirena de un cuerpo de enredadera
espiándote desde tus pies a tu cabeza.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"